Jon
Mi Dakini fue tan maravillosamente generosa que fue para mi ella y TODAS las mujeres. Sentí a través de ella la energía femenina, tan delicada, generosa, PODEROSA. Sentí cómo me llenaba, me mejoraba, me hacía feliz.
Respirar, ser canal, ponerme a disposición y activarme, estar abierto y alerta para conectar con lo que quiera conectarse, con el corazón limpio, la mirada tántrica.
Esas cualidades están en todas y deslumbran, llenan con una potencia y calidad maravillosas cuando son tratadas como el Templo Sagrado que son.